No he terminado. Creo que estoy deprimida. No debería estarlo, carajo; vamos a ver, hace dos años:

1. Quería irme de casa de mis papás.
El día de hoy: Ya no vivo en su casa desde hace más de dos años, ya me demostré que puedo ser independiente y además mis papás y yo nos llevamos mejor que nunca.
Indudablemente. Éste es un propósito que he cumplido con creces.

2. Quería un trabajo que me satisfaciera
El día de hoy: Trabajo en ****, sa de cv MEDIO TIEMPO, es decir 4 míseras horas por un sueldo bastante decente.
¿Ha mejorado la situación? Bueno, no estoy trabajando en lo que quiero, pero dado que todavía (a mis 24 añotes) no se qué demonios quiero creo que es bastante aceptable que esté trabajando en un lugar donde no me dan mucha lata, me pagan decentemente (no bien, nunca dije eso) y tengo bastante tiempo libre.

3. Quería estabilidad económica
El día de hoy: Estamos como estamos, un mes bien y el otro no tanto.
¿Ha mejorado la situación? Yo diría que sí. No hay riesgo alguno de que tenga que regresar arrastrándome con mis papás, aunque sé que podría. Nos vamos a mudar a un departamento precioso y no nos falta de comer. Eso, yo creo, es estabilidad económica. Para comprarnos el helicóptero todavía falta, eso sí.

4. Quería una pareja que no me destruyera
Hoy en día: Tengo a Belendor.
¿Ha mejorado la situación? Toneladas, indudablemente. Estoy con un hombre que me ama, me respeta, me toma en cuenta y me es fiel, a pesar de todo lo extraño que pueda ser. Con respecto a sus sentimientos no tengo ninguna duda, y tampoco respecto a los míos. Lo amo y sé que él es todo (o prácticamente todo) lo que yo necesito, sé que no podría ser más feliz con otra persona. Sí tenemos diferencias, pero me queda perfectamente claro que nadie me llenaría más que él.

5. Quería ser una persona que me agradara más
Hoy: No lo sé, creo que sigo siendo la misma.
Creo que aquí está el problema. Sigo sin caerme bien. No es una cuestión de autoestima, creo, simplemente no me agrado ni me admiro mucho. Y en esto no creo que nadie me pueda ayudar. Tal vez es por eso que no aprecio todo lo bueno que hay en mi vida, o más bien no lo aprecio tanto como debería. Mi insatisfacción está en mi misma.

Ahí está. Ya lo dije.
No se lo digan a nadie.